El miedo a la oscuridad es uno de los temores más comunes en la infancia, y se estima que el 70-80% de los niños lo experimenta en algún momento. Es comprensible que los niños se sientan atemorizados por la oscuridad, ya que es un entorno desconocido y puede dar lugar a la imaginación y fantasías aterradoras. Sin embargo, para algunos niños, este miedo persiste más allá de la infancia, y puede convertirse en una fobia que les afecte en su vida cotidiana. En este artículo, exploraremos cómo la terapia centrada en soluciones puede ser efectiva para ayudar a los niños a superar el miedo a la oscuridad.
Cuando el miedo a la oscuridad se convierte en una fobia, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida del niño y su capacidad para realizar actividades cotidianas, como dormir solo, ir al baño por la noche o ir a casa de amigos. La fobia a la oscuridad puede causar ansiedad intensa y angustia, e incluso puede provocar síntomas físicos como palpitaciones, sudores y temblores. Los padres pueden sentirse impotentes para ayudar a su hijo a superar esta fobia, y puede haber un impacto negativo en la relación que tienen con su hijo.
La terapia centrada en soluciones es un enfoque de psicoterapia que se centra en identificar las soluciones y recursos disponibles para el cliente, en lugar de centrarse en los problemas y obstáculos. El terapeuta trabaja con el cliente para establecer objetivos concretos y realistas, y luego ayuda al cliente a identificar las acciones y los recursos necesarios para alcanzar esos objetivos. La terapia centrada en soluciones se basa en la idea de que el cliente ya posee los recursos y habilidades necesarios para superar sus problemas, y el papel del terapeuta es ayudar al cliente a acceder a estos recursos y habilidades.
En el caso de un niño con fobia a la oscuridad, la terapia centrada en soluciones se enfocaría en identificar los recursos y habilidades que ya posee el niño para superar su miedo a la oscuridad. El terapeuta podría comenzar por preguntar al niño acerca de situaciones en las que no ha sentido miedo a la oscuridad, o en las que ha podido superar su miedo sin ayuda. El terapeuta podría hacer preguntas abiertas que animen al niño a pensar en soluciones creativas y no convencionales, o podrían utilizar ejercicios prácticos para fomentar el pensamiento lateral.
Supongamos que un niño llamado Juan tiene miedo a la oscuridad y ha estado evitando dormir solo en su habitación. Un terapeuta centrado en soluciones podría realizar preguntas como:
El terapeuta podría trabajar con Juan para crear un plan de acción para superar su miedo a la oscuridad, basado en las respuestas que dio a estas preguntas. Por ejemplo, podría acordar con Juan que intente leer un libro con una luz tenue antes de acostarse para que se acostumbre a estar en la oscuridad, o podría pedirle a Juan que imagine a su personaje favorito de dibujos animados protegiéndolo mientras está en la oscuridad. Al enfocarse en las soluciones y habilidades que Juan ya tiene, el terapeuta puede ayudarlo a sentirse más empoderado y motivado para enfrentarse a su miedo.
El miedo a la oscuridad es un problema común en la infancia, y para algunos niños, puede convertirse en una fobia debilitante. La terapia centrada en soluciones es un enfoque efectivo para ayudar a los niños a superar su miedo a la oscuridad, ya que se enfoca en identificar los recursos y habilidades que ya poseen los niños. Al trabajar con un terapeuta centrado en soluciones, los niños pueden sentirse más empoderados y motivados para enfrentar su miedo, lo que les permite superarlo y llevar una vida más feliz y sin temor a la oscuridad.